Qué visitar
Castellote
Castellote es una localidad situada al noreste de la provincia de Teruel, y que a través del túnel que le da acceso, actúa como puerta de entrada a la conocida Comarca del Maestrazgo. Su estratégica posición, levantada sobre la ladera sur de la Atalaya, le ha permitido sobrevivir a los altibajos de los tiempos, que comienzan hace hoy casi un milenio.
Castellote, rodeada de agua, luz, sol y vida, de iglesias, casonas y castillos torturados por el ir y venir de la historia, permite a todo aquel que se acerca hasta esta localidad, la inmersión en un tiempo pasado para descubrir las vivencias de medievales o carlistas que, con sus actuaciones de antaño, configuraron la historia que hoy conocemos.
Muchos y muy variados son los atractivos que ofrece el entorno de la localidad.
Ermita del Llovedor
En los comienzos del s.XV, Castellote atravesó una época de gran sequía que dañó fuertemente las cosechas y con ello la economía local. Es por ello que once jóvenes del pueblo partieron en Romería hacia el Santuario de la Virgen de la Balma, en Zorita (Castellón). Los muchachos rogaron lluvias a la Virgen, petición que fue concedida. Por esta razón repitieron su peregrinación un año tras otro, hasta que llegó el día en el que el Obispo de Tortosa les negó el acceso al Santuario. Decepcionados ante tal decisión, los Romeros decidieron modificar el camino de su ruta. A partir de entonces, la Romería se dirigía hacia el paraje de Llovedor, lugar en las inmediaciones de Castellote, y donde cuenta la leyenda que una imagen de la Virgen María se había aparecido ante un pastor que tranquilamente guardaba su rebaño. Allí se construyó una Ermita, y la Virgen del Agua pasó a ser la Patrona de Castellote.
En la actualidad, y como intento de aunar leyenda, tradición y festejo, se realizan dos Romerías cada año; la primera de ellas, el primer día del mes de mayo, y a la cual solamente acuden hombres; la segunda se celebra el sábado más cercano al día de Pentecostés y a la cual sólo asisten mujeres.
Restos del Castillo Templario
Sobre lo alto de la montaña en la que se sitúa Castellote, se encuentran las ruinas de su castillo. A través de ellas y de los restos de muralla que le protegía, podemos apreciar la gran magnitud que tuvo. También podemos observar que fue un castillo defensivo, ya que es posible visualizar la localización estratégica de su situación debido a la gran cantidad de terreno que desde él se puede divisar.
El momento de máximo esplendor del castillo se sitúa en la Edad Media, entre los s. XIII y XIV, época en la que perteneció a la Orden de los Templarios. Su actual deterioro se debe al bombardeo al que fue sometido en la Primera Guerra Carlista por las tropas Isabelinas tras conocer que el General Cabrera, General Carlista de gran importancia en la Comarca del Maestrazgo, se encontraba allí.
En el año 2007, se terminaron las obras de reconstrucción y acceso a las ruinas, por lo que, en la actualidad, la visita al Castillo de Castellote se convierte en un agradable paseo en el que combinar patrimonio, historia y naturaleza.
Embalse de Santolea
La construcción de la Presa del Embalse de Santolea concluyó en el año 1932 tras 5 años de trabajo. El material empleado en este caso fue la piedra, hecho que proporciona una gran firmeza y seguridad, ya que a día de hoy sigue intacta. Además, le proporciona una belleza extraordinaria que encaja a la perfección en el paisaje encuadrado entre montañas.
Santolea, fue una localidad cercana a Castellote que a principios del s. XX contaba con casi un millar de habitantes. Muchos de ellos tuvieron la necesidad de emigrar tras la construcción del Embalse, puesto que el agua inundó los campos de cultivos que sustentaban la economía de muchas de las familias de la localidad. Finalmente, a principios de los años 70, el municipio fue bombardeado y destruido. Hoy en día, apenas quedan unas cuantas ruinas.
El Embalse puede ser utilizado como zona recreativa en la que darse un baño en los días más calurosos del verano.
Almazara de Jaganta
En las primeras calles de la localidad de Jaganta, se encuentra la antigua almazara construida en el S.XVII y restaurada en 1995. En perfecto estado de conservación, ejemplifica y permite a sus visitantes conocer a la perfección el proceso preindustrial de la molturación de la oliva, con el fin de obtener el tan preciado bien como es el aceite del oliva del Bajo Aragón.
Puente Natural de Fonseca y Hoces del Río Guadalope
El Monumento Natural del Puente Fonseca destaca por ser una formación fluviokárstica generada por el río Guadalope, formando un túnel natural por el que discurre el río. En esta zona se configuran unas características ambientales especiales. Así tenemos un microclima diferente al resto de la zona, que permite la presencia de especies hidrófilas. Esto unido a los cortados calcáreos circundantes, dan un paisaje especial, único, en el que encontramos diferentes especies de aves. Por esta razón, a la vez que monumento natural, es Zona de Especial Protección para las Aves (ZEPA) de la red Natura 2000. Encontramos especies como águila perdicera y real, halcón común o buitre. También aparecen aquí el cangrejo de río y la nutria.
Aguas debajo del puente de Fonseca, encontramos las hoces o estrechos del Guadalope. El río Guadalope realiza un recorrido meandriforme excavando las calizas del Jurásico y Cretácico, formándose cañones con altas paredes. Además son frecuentes las formaciones de travertinos. Estas paredes son refugio de alimoche, halcón peregrino o buitre leonado. Junto al río se desarrollan choperas y saucedas, siendo un hábitat excelente para aves como lavanderas, mirlos, currucas y ruiseñores. En las laderas se desarrollan bosques de pinar combinado con carrascas y enebros.